Ambos nénette el espectáculo comenzó una pequeña obra de teatro sensual. Se prueban el uno al otro, se chupan los senos, el cuello, el humor de los brazos, el muñón, las crines, sienten, huelen. Al igual que las perras en celo, les gusta jugar juntas, mirar lentamente lamer sus pezones y apretar los sexos. Son solo su piel pero sus trucos de juego y sienten que los pezones son tan sensibles y sabrosos como la carne y la seda. Pronto la diversión se pone seria, usan menos ropa y los toques alcanzan áreas mucho más sensibles aún. Desde la punta de las tetas, pasan la pelota brillando de sudor en la entrada de la cueva abierta, desgarrada entre sus piernas. La fricción del clítoris, cebolla y excitarlos a un punto santuario tan sensible que está cubierto de sudor rocío. La sed de la carne de otro, el molde de otro de su pecho y su boca es devoradora. Ella encontrará la paz en el orgasmo liberador.